FILIPINAS

Forjando un Milagro

Uno a uno
UNO A UNO La policía local interactúa con El Camino a la Felicidad en la calle, donde comienzan la mayoría de los delitos serios relacionados con las drogas.

Históricamente los traficantes han tenido su forma de acceder con facilidad al archipiélago de las Filipinas. Van y vienen con impunidad desde los puertos de las diminutas islas, dejando tras ellos una ruina masiva. Ha sido un problema sin solución. Pero inspirado por el “Milagro colombiano”, donde la distribución de El Camino a la Felicidad ayudó a transformar una nación desgarrada por la guerra, el scientologist Jerry Pérez de Tagle, comenzó su propia campaña de El Camino a la Felicidad para ayudar a salvar su país natal de las drogas, la violencia y la corrupción.

Distritos policiales reciben las buenas noticias
DISTRITOS POLICIALES RECIBEN LAS BUENAS NOTICIAS Todos los distritos policiales son informados sobre El Camino a la Felicidad antes de llevarlo a las calles.
Tomando Juramento
TOMANDO JURAMENTO Exsospechosos de drogas son reeducados con El Camino a la Felicidad en las Filipinas.

Antes de su elección como presidente en una agresiva plataforma antidroga, Rodrigo Duterte fue el alcalde de Davao durante 20 años. Jerry Pérez de Tagle fue a conocer al futuro presidente allí, comprendiendo que su campaña podía detener las drogas ilegales y otras formas de criminalidad, y rápido. Él había sido testigo de la violenta mano dura del gobierno de Duterte hacia los consumidores y traficantes de drogas, el cual permitía a la policía y a los vigilantes civiles matar sospechosos sin el debido proceso legal. Bajo la cobertura de esta operación altamente controversial, la policía y los vigilantes mataron a más de 5000 personas en operaciones relacionadas con las drogas.

El gobierno llegó tan lejos como para crear una “lista de observación” de drogadictos y vendedores que podrían ser blancos. De acuerdo a la Agencia de Información Filipina, más de un millón de consumidores y traficantes de drogas se entregaron a las autoridades después de enterarse que estaban en la lista para evitar que los mataran. A aquellos que estaban en la lista ahora se les requiere someterse a rehabilitación, mediante la cual los funcionarios del gobierno y de la ley están impulsando a los exdelincuentes a vivir una vida productiva con empleos legales.

Jerry Pérez de Tagle se dio cuenta de que educar a la policía en El Camino a la Felicidad, y luego armarlos con ejemplares para distribuir como una herramienta educativa y preventiva, podría ser una vanguardia para la reforma. Su punto de vista fue validado, ya que los funcionarios apoyaron y prefirieron la rehabilitación a las represalias armadas. La campaña que él puso en movimiento —ahora camino a expandirse en el 2018—, llegó a las Filipinas justo a tiempo para ayudar a muchos que ahora han escapado de la lista de observación para asesinato.