Muchas personas creen que no pueden mejorar el mundo, porque solo tienen ingresos modestos o no están bien relacionadas. Zakaria El Hamel, sin embargo, no es una de esas personas.
Zakaria es dueño de un taxi en Marruecos, repartiéndose las ganancias cada mes con el conductor. Zakaria, por tanto, no es rico ni acaudalado, pero en verdad ha hecho el mundo mejor decidiéndolo así, y al fundar Juventud por la Paz y el Diálogo entre Culturas (YPDC) y liderando la filial de Marruecos de Juventud por los Derechos Humanos Internacional (YHRI).
Cuando asistió a la séptima Cumbre Internacional Anual de Derechos Humanos en Ginebra en 2010, Zakaria se empezó a familiarizar por primera vez con los materiales de YHRI.
Comprendiendo la necesidad de que la gente pueda diseminar y recibir información libremente, Zakaria dijo: “Hay muchísimo control sobre los medios de comunicación en Marruecos. Están controlados por la monarquía, y solo lo que ellos quieren en los medios de comunicación es lo que se imprime. Así que este derecho humano no se aplica bien en absoluto”. Para combatir este problema, Zakaria se posicionó en coordinación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (la OTAN) y orquestó talleres llamados “El Derecho a la Intimidad” y “El Derecho a la Información”.
“El gobierno en Marruecos tiene miedo de los derechos humanos”, dijo Zakaria, sin embargo, para efectuar el cambio, él y miembros de YPDC (Juventud por la Paz y el Diálogo entre Culturas) asisten a conferencias sobre derechos humanos tres o cuatro veces cada mes. “Ahora que tengo los materiales de YHRI, se los enseño a ellos para que puedan ver que hay herramientas para cambiar su enfoque de la educación sobre derechos humanos. … puedo cambiar la mentalidad de la gente, y luego aprenden lo que son los derechos humanos, y los quieren”, dijo.
En 2016, Juventud por los Derechos Humanos se unió en colaboración con la Organización Marroquí por los Derechos Humanos para enseñar dignidad y respeto por los derechos humanos a los jóvenes de Marruecos.