Habiendo visto por experiencia de primera mano que las soluciones de Scientology podían llevar a la gente a través de la oscuridad hasta la luz, Heidi Wolfaardt decidió ayudar a los demás a encontrar su alegría. En su tierra nativa, Sudáfrica, empezó a distribuir El Camino a la Felicidad (TWTH), una guía de sentido común para vivir bien, escrita por L. Ronald Hubbard.
En toda la nación, 70 escuelas muestran ahora el libro en película de El Camino a la Felicidad y usan los materiales del kit del educador para enseñar a los estudiantes la mejor forma de vivir. Asimismo, se han distribuido 87,000 ejemplares de El Camino a la Felicidad en hospitales y fuerzas policiales y en los jardines del Capitolio, porque Heidi tomó la iniciativa y la llevó a efecto.