Noticias breves internacionales |
Los Tribunales en Europa respaldan las garantías de las libertades |
La historia demuestra que todos los nuevos movimientos religiosos han tenido que luchar para hacerse un sitio en la sociedad. La gente a menudo es escéptica respecto a las nuevas ideas y las religiones tradicionales; y los gobiernos son intolerantes respecto a quienes ellos consideran que podrían amenazar su estatus quo. La historia de Scientology y de otros movimientos activos hoy en día en Europa no ha sido diferente. Pero a diferencia de otros tiempos históricos en los que tales batallas se zanjaban a fuego y hierro, las disputas de hoy en día se ventilan, afortunadamente, en las salas de justicia y sobre la base de unas leyes que han sido desarrolladas a partir de una vasta experiencia histórica. Allí donde se respaldan tales leyes, los derechos humanos de todos los ciudadanos salen reforzados. Por consiguiente, pasamos a informaros de los resultados que en esos foros están teniendo las Iglesias de Scientology y otros grupos.
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Un examen objetivo de la naturaleza de la religión de Scientology muestra claramente que merece el mismo tratamiento que el gobierno dispensa a otras instituciones religiosas. Tal fue la conclusión del Tribunal del Tercer Senado de Amsterdam. Su veredicto unánime, el 25 de enero de 2002, recayó tras un completo estudio del estatus, las escrituras y las actividades de la Iglesia de Scientology en Holanda.
Se había sometido a criterio del tribunal si la Iglesia de Scientology de Amsterdam encajaba en la definición de organización sin ánimo de lucro. Según su veredicto, los registros del caso demuestran que la Iglesia de Scientology es una organización que trabaja por el bien general de la sociedad. Tras haber analizado sus fundamentos y las acciones de caridad de la Iglesia, el Tribunal concluyó que la intención de la Iglesia de Scientology es diseminar su religión como queda reflejado en sus estatutos, y que la Iglesia responde a su estatus corporativo.
Los jueces subrayaron que el intento de diferenciar a las religiones más antiguas de las religiones nuevas con el propósito de determinar su cualificación respecto al estatus religioso no tiene fundamento legal. Los jueces confirmaron así las conclusiones de numerosos juzgados y organismos gubernamentales de hacienda de otros países.
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El Tribunal Constitucional Federal de Alemania ha establecido un nuevo precedente para la libertad democrática el 30 de julio de 2002 al prohibir la propaganda discriminatoria que venían haciendo ciertos funcionarios del gobierno contra algunos movimientos filosóficos y religiosos.
El veredicto, que afectaba concretamente a ciertas declaraciones negativas en propaganda gubernamental sobre dos movimientos religiosos y filosóficos minoritarios en el país, (el movimiento Osho, anteriormente conocido como Bhagwan, y el movimiento Meditación Trancendental), puso punto final, de manera favorable, a sendas batallas legales que estaban en marcha desde 1990 y 1989 respectivamente.
Anulando las sentencias de algunos juzgados inferiores, el Tribunal Constitucional ha sentenciado que las declaraciones del gobierno en las que se etiquetaba a estos grupos como “sectas destructivas” y “pseudo-religiones” y en las que afirmaba que se dedicaban a la “manipulación de sus adeptos”, no estaban basadas en hechos e iban más allá de lo que es permisible en una crítica gubernamental, y que eso constituía una interferencia con las garantías de la libertad religiosa.
Esta nueva sentencia del Tribunal Constitucional Federal pone unos importantes y definidos límites sobre tal actividad abusiva del gobierno, respaldando el principio básico del respeto por las creencias de los demás; la base de un gobierno democrático.
En Hamburgo se ordena el respeto a la libertad religiosa
En una sentencia de 12 de julio de 2002, el Tribunal Administrativo de Apelaciones de Hamburgo, en Alemania, subrayó que la Iglesia de Scientology debe gozar de los derechos y protecciones que se consagran en la regulación de la libertad religiosa que contiene el Artículo 4 de la Constitución alemana.
Este veredicto vino como resultado de la apelación planteada por la Iglesia sobre una decisión de un juzgado del Distrito Medio de Hamburgo en la que se denegaba conceder un permiso especial para que la Iglesia levantase una carpa en terreno municipal para informar al público sobre su programa internacional de voluntariado.
El Tribunal vino a reconocer que la Iglesia de Scientology ha de ser tratada como entidad religiosa conforme al Artículo 4 que garantiza la libertad religiosa. El Tribunal ha establecido que el Ayuntamiento debe conceder tales permisos a grupos como Scientology, pues tienen derecho a informar a otros de sus creencias.
Los tribunales, a lo largo y ancho de Alemania, han respaldado repetidamente el estatus religioso y los derechos de las Iglesias de Scientology, tras haber revisado todos los hechos.
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Es “manifiestamente ilegal” que el Ayuntamiento se apoye en un informe parlamentario de 1996
En sendos veredictos, que han inflingido un severo golpe al gobierno en su discriminación contra las religiones en Francia, dos tribunales administrativos han declarado que un informe parlamentario de 1996 en el que se pone en la “lista negra” a más de 170 religiones minoritarias y grupos filosóficos debe ser considerado como vacío de contenido legal y que por tanto no puede dar pie a la discriminación que practicaron ciertos funcionarios municipales.
Ese informe parlamentario, que fue montado por un pequeño grupo de políticos extremistas, fue utilizado para lanzar una era de lo que se ha denominado el “McCartismo” de Francia, y que ha hecho que los expertos en derechos humanos de todo el mundo hayan puesto a Francia en una posición vergonzosa.
En la primera decisión judicial, de 21 de febrero de 2002, el Tribunal Administrativo de Rennes, obligó al Ayuntamiento de Lorient a alquilar una sala pública a los Testigos de Jehová de esa ciudad. El Ayuntamiento había denegado el alquiler de cualquier sala, basando su negativa en el informe parlamentario en donde se clasificaba tal religión como “secta”.
El Tribunal administrativo sentenció que la “decisión del Ayuntamiento de Lorient, no puede estar basado en un informe parlamentario que carece de todo valor legal, y es manifiestamente ilegal.”
El tribunal tambien reprochó al Ayuntamiento el haber demorado su resolución 8 meses desde la solicitud de los Testigos de Jehová. El Tribunal tambien consideró que puesto que el Ayuntamiento de Lorient había venido alquilando la sala a los testigos de Jehová desde 1991, el cambio de criterio del Ayuntamiento constituía “una grave restricción de los derechos de reunión y asociación”.
El Ayuntamiento fue condenado a pagar 800 euros en costas legales a los Testigos de Jehová.
En el segundo caso, el 30 de Mayo de 2002, el Tribunal Administrativo de Poitiers anuló una resolución del Ayuntamiento de La Rochelle de octubre de 2001 en la que se denegaba el alquiler de una sala pública de esa ciudad para las reuniones locales de los Testigos de Jehová. La denegación del Ayuntamiento, al igual que la de Lorient, se basaba en el informe parlamentario de 1996 que incluía a esa religión en una “lista negra” de religiones minoritarias y grupos filosóficos.
El Tribunal Administrativo declaró que “este informe, que no tiene el menor valor legal, no puede servir de base legal” a la resolución del Ayuntamiento.
Un juez rechaza a trámite un caso político por falta de pruebas
El 26 de julio de 2002, un juez de París denegó la admisión a trámite de un caso político, “que ya llevaba 13 años coleando”, contra la Iglesia de Scientology, y declaró que no existen pruebas que apoyen las acciones judiciales que empezaron en 1989.
Este caso, que se inició a raiz de una única queja de un antiguo miembro descontento con la Iglesia, se había mantenido abierto mucho más allá del periodo de prescripción, a pesar de la falta de pruebas.
Un portavoz de la Iglesia de Scientology en Francia expresó que esta decisión judicial es una “victoria que se nos debía desde hace mucho tiempo”, y que la Iglesia ahora se propone dedicar más recursos a impulsar sus muchos programas de mejoramiento social.
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