Proteger a los niños de las Drogas
La prohibición de la publicidad falsa acerca de los trastornos mentales infantiles sienta una pauta sin precedentes.
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Como Ética y Libertad informó a principios de 2002, el delegado del Plan Nacional sobre Drogas alertó en el año 2001 acerca de las agresivas campañas publicitarias a favor de los psicofármacos, responsables de desencadenar un enorme abuso de su receta a niños y adolescentes, con el subsiguiente perjuicio a los mismos.
Estos psicofármacos no solo alteran la química, los sentidos y la apariencia del niño, sino que tienen efectos secundarios, frecuentemente severos. En algunos casos, estos son diagnosticados erróneamente como otros “trastornos mentales” por lo que se recetan psicofármacos adicionales. En otros casos los efectos secundarios son reconocidos como tales, pero “equilibrados” con otro fármaco. Como resultado, a los niños, a menudo, se les somete al efecto de dos, tres o más psicofármacos a la vez.
Casos de violencia infantil en España y otros países han mostrado repetidamente estar relacionados con el uso de psicofármacos.
La mayoría de las veces, a los niños se les recetan psicofármacos para el diagnóstico psiquiátrico de “Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).”
En mayo de 2002, el Consejo de Europa abordó la necesidad de “controlar el diagnóstico y tratamiento de niños hiperactivos en la Comunidad Europea” debido al desbordante número de niños diagnosticados con TDAH.
El “criterio diagnóstico” del TDAH consiste en verificar si existe la presencia mayoritaria de una lista de síntomas como removerse en la silla, interrumpir o hablar sin guardar turno, dificultades para jugar tranquilamente, tarea escolar descuidada, perder pertenencias personales y deberes escolares, y otros atributos comunes en la infancia, algunos más pronunciados que otros, de niño a niño.
Aunque no hay un test científico o de laboratorio para el TDAH, la industria psicofarmacológica ha hecho un marketing agresivo para encuadrarlo como trastorno “cerebral”, un “desequilibrio químico”, “disfunción cerebral” o expresiones similares. Eso ha hecho posible la puesta en el mercado y la receta de sus psicofármacos.
Decisión crucial
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El 6 de agosto de 2002, la Comisión del Código de Publicidad de los Países Bajos (Netherlands Advertisement Code Commission) resolvió que la Brain Foundation of Holland debía cesar en sus afirmaciones a través de la publicidad de que el diagnóstico psiquiátrico de TDAH era una enfermedad neurobiológica o disfunción cerebral.
La Brain Foundation había solicitado fondos a través de un anuncio en el periódico Vkskrant afirmando que el TDAH era una “disfunción cerebral innata”. La campaña publicitaria de esta fundación también incluía anuncios en otros periódicos, revistas, televisión y a través de folletos.
La Comisión ordenó que la fundación dejara de manifestar tales afirmaciones falsas en sus campañas publicitarias.
En su dictamen, manifestó: “La información que el acusado [Brain Foundation] presentó no ofrece fundamento para la afirmación definitiva de que el TDAH sea una disfunción cerebral innata. Bajo esas circunstancias, el acusado no ha sido lo suficientemente cauteloso y la publicidad es engañosa”.
La Comisión respondía, así, a una queja interpuesta por la delegación holandesa de Citizens Commission on Human Rights (CCHR), una organización protectora internacional, establecida por la iglesia de Scientology en 1969 para investigar y exponer las violaciones psiquiátricas de los derechos humanos.
La decisión está animando a otras delegaciones de CCHR, defensores del niño, padres y otros colectivos opuestos al abuso psiquiátrico infantil en otros países a interponer quejas similares contra la publicidad engañosa, particularmente en Estados Unidos, donde los diagnósticos de TDAH realizados a niños se ha incrementado un 1.100 por ciento entre 1987 y 2001, dando lugar a millones de recetas y beneficios para la industria psiquiátrica y psicofarmacológica.
Ninguna evidencia científica
En España y otras naciones se está levantando una reacción pública contra la administración de psicofármacos a los niños. El organismo holandés de control de la publicidad emitió hace poco una decisión crucial en la que prohibe falsas alegaciones sobre “enfermedades” mentales infantiles que están diseñadas para generar ingresos a los psiquiatras. |
El TDAH fue una invención de los psiquiatras estadounidenses, quienes la categorizaron en el manual Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (más conocido como DSM-IV) de la Asociación de Psiquiatría Americana (APA), la biblia de la industria psiquiátrica que contiene la recopilación “oficial” de aquellas condiciones que les permiten facturar a sus clientes y recetarles psicofármacos. Aun así, el propio DSM manifiesta: “Además, aunque este manual provee una clasificación de trastornos mentales, debe ser admitido que ninguna definición especifica adecuadamente los precisos límites del concepto “trastorno mental”.
Y mientras la desinformación acerca de las causas “biológicas” y “genéticas” del TDAH y otras condiciones han sido incesantes, incluso el Informe sobre la Salud Mental emitido por el organismo equivalente al Ministerio de Sanidad estadounidense (Surgeon General) en 1999 exponía: “No existe ninguna lesión específica, test de laboratorio o anormalidad en el tejido cerebral que pueda identificar la enfermedad”. Y también: “No se ha encontrado que ningún gen en particular sea el responsable de cualquier trastorno mental específico”.
Jan Eastgate, presidenta de CCHR International, sita en Los Angeles, manifestó: “Hace mucho tiempo que llegó la hora de cerrar la fraudulenta industria que se beneficia drogando a niños inocentes. Estamos preparando quejas en todos los países donde este engaño está siendo perpetrado a padres que son erróneamente conducidos a pensar que su hijo tiene un trastorno o disfunción mental, basándose únicamente en esta fraudulenta afirmación.
La delegación española de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos (CCDH), está llevando a cabo una investigación en España sobre la publicidad engañosa sobre estos trastornos mentales.
Los ciudadanos que posean información que deseen comunicar sobre esto pueden dirigirse a:
Comisión Ciudadana de Derechos Humanos
Aptdo. Correos 51.331
28080-Madrid.
(Se garantiza y respeta la confidencialidad de las fuentes).
CCHR fue establecida en 1969 por la iglesia de Scientology para investigar y exponer las violaciones psiquiátricas de los derechos humanos.
Visite: www.cchr.org