La sede totalmente nueva de Scientology para Australia y la región asiática del Pacífico es el mayor centro espiritual de la Iglesia fuera de Estados Unidos.
Sídney: La inauguración de la nueva Organización Avanzada de la Iglesia de Scientology aquí a primeros de septiembre se lanzó en medio del apoyo de líderes comunitarios y destacados funcionarios públicos, al abrir sus puertas a los niveles avanzados de asesoramiento espiritual y de entrenamiento.
Con la inauguración también llegó el lanzamiento de la nueva Oficina de Enlace Continental, que estableció un nuevo centro para los programas humanitarios y de alcance por Australasia y la región asiática del Pacífico.
Más allá de eso, ha significado algo nuevo e importante en el desarrollo de la Iglesia, un nivel de aceptación que se refleja en los oradores que vinieron a dar la bienvenida a las nuevas instalaciones de Sídney. Entre ellos se encontraba una de las activistas de derechos humanos más conocidas de Australia, la Dra. Gracelyn Smallwood, y el ex Procurador General de Australia, Dr. David Bennett, que representó a la Iglesia en un caso histórico y pionero sobre la identidad religiosa, resuelto en 1983, que reescribió el derecho australiano en lo que constituye una religión y estableció un precedente por todo el mundo en esas cuestiones. Acompañándoles en los discursos ante una multitud de más de 3,000 invitados hubo otros dignatarios. Entre ellos estaba Keith Thompson, decano asociado de la Escuela de Derecho de Notre Dame en Sídney, un líder en cooperación interreligiosa y servicio para los derechos humanos en Australia y la región, y el Dr. Amin Hady, ex asesor de asuntos religiosos del primer ministro de Australia.
Todos hablaron no solo de la inauguración, sino del trabajo de la Iglesia y lo que la libertad de religión ha llegado a significar para la libertad en sí en esta tierra de las antípodas.
La inauguración también cerró el círculo de la travesía de la Iglesia en Australia, que comenzó hace décadas en medio de luchas contra la intolerancia religiosa que pusieron a prueba su supervivencia frente al prejuicio y la oposición por una pequeña pero poderosa camarilla de fuerzas anti-religiosas... fuerzas que trabajaron para prohibir la religión dentro del país. Pero ellos no podían extinguirla. La victoria final de la Iglesia ante el tribunal supremo de Australia, estableciendo una definición de religión que respetan naciones de todo el mundo, fue la base de esta nueva estructura que se ha convertido en un monumento a la libertad lograda.
Como centro espiritual avanzado y de dirección para la religión en la región, ha surgido como un complemento perfecto de otras nuevas Iglesias de Scientology que se abrieron en Australia y Asia Oriental en los últimos años, desde Sídney y Melbourne, a Tokio, Japón, y Kaohsiung, Taiwán. Cada una se ha convertido en un testimonio del rápido crecimiento de la religión de Scientology en algunas de las zonas más pobladas de la Tierra.
La nueva instalación, que se remodeló a partir de lo que una vez fue un laboratorio de pruebas de sonido del gobierno, se encuentra junto al Parque Nacional Lane Cove, donde el tapizado de luz y movimiento se entreteje en este antiguo lugar; un lugar donde el sonido de las cigarras se eleva y cae en sinfonías de música vespertina entre zarzales dorados, eucaliptos y otros árboles australianos que forman el decorado aquí.
En este escenario boscoso, la nueva Organización Avanzada ofrece espacios para que los scientologists de esta región estudien y participen en los programas de la Iglesia y en sus actividades de mejora social. Sus instalaciones incluyen auditorios para uso de miembros y grupos comunitarios que participan en las obras humanitarias.
Tras la veranda del nuevo Lane Cove Café, tras las paredes de cristal de la impecable instalación, las cucaburras se congregan por el riachuelo de los eucaliptos y añaden sus trinos traviesos como risas a ese entorno natural que prolifera en este parque de 370 hectáreas cerca del centro de Sídney.
El 4 de septiembre, cuando el líder eclesiástico de Scientology, el Sr. David Miscavige, soltó el listón simbólico y el confeti dorado brillante y verde lloviera sobre los que celebraban abajo, los participantes en el evento escuchaban las promesas de los amigos de la Iglesia para apoyar su crecimiento, una afirmación de la confianza, determinación y compromiso con la libertad que hizo falta, durante muchos años y contra toda adversidad, para hacer que este nuevo hogar de la Iglesia fuera realidad.
“Así que ahora llegamos al punto de vista privilegiado interminable en este día”, dijo el Sr. Miscavige. “Es el que sigue a partir de una visión de la humanidad que gravita hacia nuestras puertas, hacia el ámbito de la libertad espiritual”.
La determinación de los scientologists para proteger y preservar sus creencias religiosas y encontrar su expresión espiritual en las misiones de derechos humanos y humanitarias de la Iglesia, fueron parte de lo que llevó a la activista de derechos humanos conocida internacionalmente, Gracelyn Smallwood, a aceptar una invitación para hablar en la ceremonia de inauguración.
La mañana antes de su aparición en la gran inauguración, la famosa activista de derechos humanos para su pueblo nativo, los Primeros Australianos, apareció en la red nacional de radio ABC, comentando sobre los recientes problemas de violencia racial en el país, y observó los paralelismos entre las actitudes de tolerancia y libertad abogadas por la Iglesia, y los llamamientos dentro del país para acabar con el conflicto racial.
“De hecho voy a hablar ante 3,000 personas hoy en un par de horas en Sídney en la inauguración de un edificio de Scientology”, dijo a la audiencia de 18 millones de radioyentes. “No soy scientologist, pero si los scientologists le dan la oportunidad de hablar a los activistas negros australianos sobre la verdad de este país … entonces, sí, por cualquier medio necesario”, dijo ella, se alegraba de apoyar a la Iglesia.
En una entrevista anterior, la profesora Smallwood dijo que sentía que era su verdadero papel, como una de las Primeras australianas de la nación, darle la bienvenida a la nueva Iglesia y sede continental de Australia. Desde sus años de servicio en el mundo académico y la comunidad médica de Australia y la región, era plenamente consciente de la importancia de la obra humanitaria y de justicia social que la Iglesia ha hecho, incluso con sus dificultades por el reconocimiento, y alabó el alcance expansivo de sus metas humanitarias.
Cuando subió al escenario en la gran inauguración, habló de forma significativa con esa perspectiva.
“Los tradicionales custodios de esta tierra tienen una larga tradición de respeto y espiritualidad”, dijo. “He visto cómo honran nuestra tradición con sus metas de un mundo sin demencia, sin criminales y sin guerra, donde el capaz pueda prosperar y los seres honestos puedan tener derechos. Aquí hoy les damos la bienvenida y a su tradición de respeto y comprensión del hombre como ser espiritual. Y les damos la bienvenida desde muchas tierras, de todo el vasto océano Pacífico y nuestra Australia”.